Más que un concierto, Las clásicas no lloran es una declaración de identidad, poder y futuro. La música sinfónica se transforma sin perder su alma, guiada por mujeres que reescriben la historia: Glass Marcano en la dirección y Gabriela Ortiz en la composición.
Este sábado 15 de marzo, la Orquesta Filarmónica de Medellín presenta el concierto “Naturaleza, religión, ser humano”, una propuesta que nos invita a reflexionar sobre los grandes interrogantes de la humanidad.
En esa búsqueda incansable por reparar sus vidas y sanar, esta familia encontró en el Coro Reconciliación una experiencia esperanzadora para su hijo Mateo, quien es apasionado por la culinaria, la química, el violonchelo y la música coral.
Kelly ha sentido desde siempre fascinación por la natación y la música, hasta sueña que se sumerge, con su saxofón alto, en un profundo mar para invitar a muchas especies a tocar la Sinfonía bajo el mar, obra dedicada a la biodiversidad marina, además porque los animales emiten “bonitos” sonidos y para ella eso es música.
A los perros les gusta la música, pero el tipo de música marca la diferencia. Prefieren los ritmos más lentos, patrones simples y las frecuencias más bajas; por el contrario, los ritmos rápidos y las frecuencias más altas alteran su sistema nervioso canino
Cierta vez, se encontraba Luz Mery en una reserva natural del municipio de Barbosa, estando allí se sacó las zapatillas y calcetines, se sentó y puso sus pies en el césped, esperó que algo ocurriera.
Tomás Camilo Arango Pulgarín, hijo de Vilma Pulgarín y Mario Arango, tiene veinticuatro años de edad; fue diagnosticado, a la edad de cinco años con síndrome de Asperger
Luego de culminar la cuarentena y de infinitas horas de grabación para transmitir conciertos virtuales, el oboísta Cristian Cárdenas sintió la necesidad de hacer algo más allá que música, quiso caminar
Dice que cuando la bruja se acercaba al jardín las plantas sufrían mucho ya que ellas sabían que las pisaría y maltrataría.
Camilo vive sus semanas entre ensayos, conciertos y su ritual infaltable de la tarde, dormir. También ama ir al centro, siempre se inventa excusas para visitarlo; ama el cine de ciencia ficción y se declara fan del show de la Dany en la Plaza Botero, una artista de la calle, que mientras reorganiza los chécheres cuenta historias de amores trágicos y violentos, de familias disfuncionales y malandros, de sueños frustrados de fama y dinero, de cicatrices.