Filarmed sonó exquisita en La Belle Époque

El 7 y 8 de abril, la Filarmónica de Medellín llegó a la capital del país para celebrar 40 años y deleitar a las personas con varias presentaciones. La orquesta estuvo en el VI Festival Internacional de Música Clásica de Bogotá, que en esta edición se enfocó en la música francesa de la Belle Époque, un movimiento cultural que tuvo lugar en la Europa de finales del siglo XIX y principios del XX.

Para el director del concierto la música francesa es muy elegante, muy colorida, muy emocional. Las obras francesas siempre son muy retadoras, porque son muy virtuosas para los músicos y muy innovadoras, dijo él: “…en mi concepto, compositores como Debussy o Ravel están entre los más grandes artistas de la historia, y yo le dediqué muchos años de mi vida interpretando sus obras en piano o dirigiéndolas con orquestas en todo el mundo. Además yo viví en París durante muchos años, así que me encanta la cultura francesa: literatura, poesía, así como la pintura y la escultura. Cuando yo dirijo o toco música francesa pienso en esos grandes pintores como Monet, Degas, o Matisse, y me inspiran profundamente. Además no olvidemos que muchos artistas de jazz como Louis Armstrong, Duke Ellington o Bill Evans se inspiraron profundamente en compositores franceses”.

En la tarde del viernes 7, el primer concierto francés de Filarmed se escuchó en el Auditorio Delia Zapata con la participación de la estrella del violonchelo Santiago Cañón.

En el concierto se disfrutó la Suite Mi madre la oca de M. Ravel, el Concierto N° 1 para cello de C. Sain-Saëns, Preludio para la siesta de un fauno de C. Debussy y El pájaro de fuego (1919) de I. Stravinsky, esta última considerada uno de los milagros orquestales del siglo XX.

En la tarde del sábado 8, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo fue escenario para disfrutar el segundo concierto con la participación del pianista francés Alexandre Tharaud quien acompañó a la orquesta en la interpretación del Concierto para la mano izquierda de M. Ravel, se trata de una impresionante hazaña e ilusión musical, se dice que el sonido y la textura de la parte solista rara vez dan la más mínima pista de que se trata de una simple mano. El concierto se completó con la interpretación de El aprendiz de brujo de P. Dukas y El mar de C. Debussy.

“Nuestros conciertos en la capital destacan la importancia de las orquestas regionales para la cultural del país y nos recuerdan que la Filarmónica de Medellín no es solo un patrimonio de Antioquia sino del país entero”. María Catalina Prieto, directora ejecutiva.

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