Bibiana Ordónez entre notas, planos y rompecabezas
Bibiana Ordóñez es la primera arpista que tiene la orquesta. En su casa nadie aspiraba que fuera músico, como consecuencia resolvió ser delineante de arquitectura e ingeniería de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. Desde temprana edad demostró habilidades para las actividades manuales, armar fichas, construir maquetas, delinear planos, ensamblar, incluso le apasionaba “ver todo un desorden para construir”. Pero siempre supo que le hacía falta algo a su vida, “lo que verdaderamente me llena el corazón” y en el segundo semestre contra todo pronóstico hizo su carrera en música en la Universidad Nacional. Bibiana recuerda que entre maquetas y partituras trascendía sus afanosos días de estudiante, pero con el compromiso de “hacer las cosas hasta el final” logró finalizar ambos estudios.
“Hacer las cosas hasta el final” también lo emplea en uno de sus mayores hobbies durante el confinamiento –armar rompecabezas- porque para la arpista tiene un efecto de calma y concentra toda su atención. “Hasta que no encuentro la ficha no paro; cuando la encajo siento que hago parte de un mundo. Para mí vivir en sociedad y hacer música son como armar un rompecabezas, porque a pesar de la diversidad de formas cada ficha es importante y al lograr ensamblarse todas cobran importancia, cumplen un objetivo y se manifiesta la armonía”, expresa Bibiana mientras enseña su rompecabezas de una orquesta, listo para enmarcar, del dibujante Guillermo Mordillo.
Dice que sus mayores fuentes de inspiración provienen de los más profundos sentimientos, de la relación con la naturaleza, de la luz del día, del calor y del contacto con los animales; es tanto así que convive con Manolo y Lupita, sus dos gatos, rescatados de las calles de Bogotá, y Colores, su perro, adoptado del Centro de Rescate y Adopción Canina Los Ángeles; lugar en el que es voluntaria y madrina de otros dos perros callejeros.
Su amor por la música inició a los 10 años de edad, quería piano o flauta pero ya no había cupo disponible en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia, “tocó arpa porque empieza por A” recuerda Bibiana cuando vio el instrumento de cuerdas pulsadas de primero en la lista, y con cupo disponible. A partir de ese entonces emprendió su vida y sus estudios en arpa alrededor del mundo. Por su talento y disciplina ganó varias becas para fortalecer sus conocimientos técnicos, en París, en el Conservatorio Regional Superior y en España, becada por la Agencia Española de Cooperación Internacional con la arpista Miriam del Río de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, entre otras.
Ha tenido la oportunidad de trabajar en la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, Orquesta Filarmónica de Bogotá y Teatro Ópera Nacional de Chile, y en la Orquesta Filarmónica de Medellín hace parte de su planta oficial desde 2013. Bibiana desde 2009 imparte clases de arpa todos los lunes a cuatro estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia, que durante el confinamiento lo ha hecho desde la virtualidad.
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